Randy Krummenacher se ha añadido a la creciente lista de pilotos que gradualmente se están reencontrando con la pista durante estos últimos días para preparar el retorno a la acción. El piloto suizo, que este año defenderá su título de World Supersport con la escudería MV Agusta Reparto Corse, se subió excepcionalmente a la Ducati Panigale V4 R del Barni Racing para realizar una jornada de test en el Misano World Circuit Marco Simoncelli, en sustitución de Leon Camier. El británico todavía no pudo desplazarse desde Andorra a causa de las restricciones para viajar debidas a la situación creada por el coronavirus.

La sesión en el trazado italiano contó además con Michele Pirro y Samuele Cavalieri, ambos a bordo de las Ducati Panigale V4 R que conducen en el CIV (Campeonato Italiano de Velocidad). Pero además de los pilotos, la atención se centró también en el garaje, donde los mecánicos tenían que verificar unos protocolos de trabajo completamente renovados, obligados por la crisis sanitaria: un nuevo diseño de los espacios, con separadores entre las diversas áreas del box, dispensadores de desinfectante, un nebulizador para purificar el aire y el equipo de protección personal, pero sobre todo la necesidad de mantener el distanciamiento social.

El nuevo escenario no impidió el buen funcionamiento de la jornada. Krummenacher probó el nuevo diseño del depósito, un nuevo escape y verificó además la durabilidad de otros componentes. El piloto suizo completó 60 vueltas mejorando tanda tras tanda y estableciendo un mejor tiempo de 1'35.494 -a menos de un segundo de la pole firmada en el Round de 2019- tras un día que se le hizo corto:

“Tener la oportunidad de volver a la pista después de un largo parón probando la Ducati Panigale V4 R Superbike ha sido fantástico” explico Krummenacher. “Lástima que el día haya pasado volando; me he encontrado cómodo en la moto inmediatamente y con el equipo hemos podido completar el programa de trabajo. Tengo que agradecer a Marco Barnabò su confianza en mí y también a Andrea Quadranti, de MV Augusta, que me ha facilitado esta oportunidad”.

El patrón de la escudería Marco Barnabò se mostró satisfecho con los resultados del test, tanto a nivel organizativo como por la actuación de los pilotos: “Organizar este test no ha sido fácil, pero espero que pueda ser un mensaje para todo el motociclismo. Salir a la pista con tres pilotos ha sido un reto, pero todo el equipo tenía un gran deseo de reanudar la actividad y por esto doy las gracias a los chicos, pero también a todas las compañías que están a nuestro lado con el mismo deseo de comenzar de nuevo. Estoy convencido de que, desde el punto de vista de la seguridad, gestionar un fin de semana de carreras será más fácil que un test”.

Krummenacher me ha sorprendido porque, a pesar de no haber probado nunca la moto, ha sido rápido, pero sobre todo ha llevado a cabo unas pruebas que nos permitirán comenzar desde una buena base cuando Leon regrese a finales de junio. Teníamos algunas cosas que probar y todo ha salido bien”.

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